domingo, 29 de diciembre de 2013

Día 2!

Como estudiante de gastronomía te acostumbras de a poco a ver cosas que realmente nunca quisiste ver. Cosas como el conejo despellejado con cabeza en un refrigerador, la cabeza de cabrito en un caldo de carne o a unos inocentes cangrejos quemandose las patitas mientras tratan de trepar unos sobre otros en una olla. Simplemente te vas acostumbrando a extraer viseras, cortar huesos, eliminar grasa como algo habitual. Pese a eso, yo no estaba preparada. El primer día tuve que limpiar calculo unos 6 kilos de langostinos, hasta ahí todo perfect; me encerré en la antecámara de pescados, sonaba ac/dc y acabé rápido. Para lo que no estaba preparada fue paranla siguiente tarea "Mira ahi sobre el mesón en la caja de plumavit hay un rape, lo limpias, sacas dos trozos grandes y ya está"

ALGUNO DE USTEDES A VISTO UN RAPE???!!!

Y en la linda cajita de plumavit se escondía el bicho este que yo nonquería ni tocar!



Gracias a San-guchito que esta bestia prehistorica de los mas profundos mares venía sin cabeza porque sino mi grito se hubiese escuchado hasta Australia!!! Lo tomé como pude y lo solté sobre la tabla sin captar nada como diablos extraer dos lindos filetes de él. Mi mamá siempre dice que preguntando se llega a Roma asi que no quedó más que pedir indicaciones. El chef se acercany con cuchillo en mano, le va dando estocadas hasta que lo liia por completo. Luego, me entrega el cuchillo y me dice "sigue con el otro" Otro?!!! Rayos por qué no mire bien todo lo que contenía esa caja!!! No sé que cara abré puesto que me dijo "Y este es el fácil"
Me las arreglé con la mascota acuática de don Satanás. Esto que les cuento pasó el primer día.

Segundo día y no hago mas que poner un pie en la cocina y escucho a mi Chef diciendo "Te esperan unos pescados ahí". Mi pensamiento inmediato fue "Mierda!" seguido por un "¿Por qué a mi?!!!" No importa, pensé luego dandome valor. Yo puedo. La cajita de plumavit esta vez contenía un apestoso y horrible rape y dos salmones grandes. Ok, vamos mejorando" Pensó mi amiga imaginaria alegre. Ja! Logré limpiar a la bestia darwiana pero el primer salmón se resistió con todas sus agallas a mi limpieza. Por mas que intentaba cortar dos bellos filets completos solo sentía que estaba pasando el cuchillo por donde no debía! Desesperada cual Marta Sanchez salí en busca de mi chef con cara de hipo.
-¿Qué pasa Claudia?
- Siento que reviví a ese pobre salmón y lo estoy matando de nuevo!

Me tiene mucha paciencia. Nuevamente tomo el cuchillo y comenzó a dar estocadas. Mi segundo salmón nonquedó tan mal pero creo que este reforzamiento de trincheras marinas no me está haciendo nada de mal.

Despues de acabar con eso busqué qué mas hacer. Pique, pelé, acarrié utencilios sucios a la zona de lavado... en verdad nada muy interesante hasta que veo que en el vascular lanzan unos cangrejitos que intentan huir del aceite caliente. Me acordé de todos mis amigos vegetarianos. Murieron para haer un fondo. Adiviene a quién le toco filtrar litros y litros de fondo?

Ya en la cena logré llegar hasta la plancha! fue un gran paso!!! Me sentí feliz ¡Ya estaba cocinando!!!! Cuando acabó el turno y arrastre mis patitas radiante. Un buen día al fin y al cabo :)!

martes, 8 de octubre de 2013

De ovejas y trenes.

Lo reconozco abiertamente, había olvidado que tenía este espacio. Retomé la escritura de la segunda parte de mi libro (pobre! Ese si llevaba esperando como cinco años y ya era hora…) y entre vuelta y vuelta, cupcakes y galletas pues… Hola! ¿Cómo están?


Anoche me quedé hasta tarde peleando con el laptop. En verdad no fue con el laptop sino con la estúpida página de Lan y después en la de Despegar.com. No he podido sacar el pasaje para España (me gané la práctica allá eh, eh eh!) porque eso del cobro de millas parece que se hace efectivo con seis meses de anticipación ya que con tres meses previos, no encontré nada. Llevo varios días buscando y nada! Eso deriva en gasto extra de pasajes que no tenía contemplado y creo que por rebaja seré la única desarraigada que viajará un veinticinco de diciembre con un gorrito de navidad con pompom incluido en clase económica con mi mejor sonrisa nerviosa. Tengo que hacer trasbordos y tomar un tren que, conociéndome, en vez de abordar el que va hacia el norte, tomaré el que va hacia el sur. Tal vez debería inyectarme un gps por si las moscas o hacerme un tatuaje distintivo por si me tienen que buscar. Estoy feliz y nerviosa. Ayer en la oficina de Lan me dio esa sensación horrorosa de enjambre en la pancita como si ya estuviera en el aeropuerto y fuera a despegar. Algunos la llaman "mariposas" como cuando ves a alguien que te gusta y sientes un vuelco en el estómago. Para mí siempre han sido avispas mutantes arrancando partes de mis órganos vitales. Y me quedé ahí mirando los letreros pensando que por primerísima vez estaría sola en un país extraño. ¿Puedo tener síndrome de abandono si soy yo la que me voy? Quizás recibe otro nombre. En fin, se supone que hoy saldo el tema de los pasajes. Espero que sea una buena experiencia y que me sirva de inspiración. Con todas las ganas que tengo cuando acabe la carrera de viajar con mis cuchillos, esta será sin duda la prueba de fuego.

 ¿Qué más puedo contar?  Pues la parte de Administración gastronómica está resultando a ratos un verdadero dolor de cabeza! Yo no sumo! Bueno…no más allá de cinco más cinco. Los ramos de contabilidad  me generan repentinos dolores de cabeza. Lo mismo me sucede con los documentos mercantiles. No me ha ido mal pero tengo que estudiar bastante estos ramos, realizar los ejercicios, pelear con la calculadora (y Vivi me grita "aprieta bien las teclas!!!" hasta que entiendo la mecánica y luego todo empieza fluir. Para que vean que esto no es cortar, picar y saltear (tampoco digo que sea una ingeniería pero como todo en esta vida, cada cosa tiene su ciencia).

Esta entretenido este semestre en especial en Banquetería. Los semestres anteriores debíamos realizar todo aquello que nos encomendaban" ¿Debo hacer crema inglesa? Solo dígame cuanto. ¿Cordero a las finas hierbas? Claro, cómo no, me agradaría hacer eso en una prueba jojo…!". Este semestre han dado un paso al lado y nos han dejado crear nuestros platos. Es una sensación extraña,  como cuando la mamá suelta la mano del bebé que recién comienza a caminar. Como hijo, sabes que probablemente te vas a caer pero mientras caminas, te sientes bien, todopoderoso!!!  Aparte de la prueba de la torta de novios creo que no había disfrutado tanto una prueba como la primera de la de banquetería. Dar pasos sola, creando ¿Algo mejor? Esta semana voy por la segunda (entrada y plato principal) y aun le doy vueltas a qué realizar antes de dormir. Algunos cuentan ovejas, yo pienso en platos. Ahora que releo la frase… debería buscar recetas con ovejas jaja!   Ya, seguiré con mi día, esto fue un break auspiciado por una taza de té con miel y jengibre fresco para despertar. Que tengan un excelente día! Ah… y los que me han pedido subir recetas de mis platitos en Instagram (usuario: maganight) lo estoy evaluando ya que muchas veces improviso, no peso nada de lo que hago así que a lo sumo podría dar referencias de cómo lo voy armando, ¿les  sirve igual? Beijos y bon appétit!

domingo, 18 de agosto de 2013

En mis ojos.

"Salimos del coche y corrimos hacia allí. Hacía mucho frío, y cuando me detuve para empujar la puerta acristalada de la pastelería, mi aliento formó una nube espesa. Empujé la puerta y entré en aquel resplandor amarillento, y Sam me siguió, abrazándose para entrar en calor. La campanilla aún sonaba anunciando nuestra entrada cuando Sam me abrazó por la espalda y me apretó contra él.

                         -          No mires- me susurró al oído-. Cierra los ojos y disfruta del olor. Olfatea, Grace. Vale la pena.

Apoyé la cabeza en su hombro y cerré los ojos, abandonándome al calor de su cuerpo. Tenía su piel a centímetros de la nariz, y lo único que podía oler era aquel aroma terroso, salvaje y complejo.

         -     No me refería a mi olor- protestó Sam.
         -     Es lo único que percibo- murmuré, abriendo los ojos para mirarlo.
         -     No seas cabezota- refunfuñó, ladeándome un poco para que encarara el centro de la pastelería. Había vitrinas llenas de pasteles y dulces, y al fondo resplandecía una antigua caramelera-. Anda, da tu brazo a torcer por una vez. Me lo agradecerás.

Su mirada triste me rogaba que explorara una faceta de mi que había preferido no tocar durante años, algo que había encerrado en mi interior porque creía que estaba sola. Pero ahora tenía a Sam detrás, abrazándome, sosteniéndome como si quisiera ayudarme a mantener el equilibrio, acariciándome los oídos con su aliento cálido.
Cerré los ojos, respiré profundo y dejé que los aromas de la pastelería entraran en mi nariz. El primero que llegó fue el más fuerte, un olor a caramelo y azúcar moreno, dorado como el sol.  Ese era el más fácil; cualquiera que entrase en la pastelería lo percibiría al instante. Y luego, cómo no, venía el chocolate desde el más negro y amargo hasta el de leche. Una persona normal no hubiera captado nada más, y una parte de mí quiso abandonar en aquel momento. Pero el corazón de Sam latía con impaciencia pegado a mi espalda y, por una vez, me rendí.

Entonces se acercó revoloteando el olor a la menta, agudo como el cristal, y después el de la frambuesa, dulce como la fruta pasada. La manzana fresca y límpida. Las nueces, untuosas, cálidas y terrosas como Sam. La fragancia sutil y afable del chocolate blanco y … sí, allí estaba la moca, una nota intensa, oscura y pecaminosa. Suspiré de placer, pero todavía había más. Las pastas de mantequilla de las estanterías añadían una nota harinosa y reconfortante, y las piruletas, un torrente de olores frutales demasiado vivos para ser naturales. Y más allá, el toque penetrante de las galletas saladas, el chillón aroma a limón, el regusto quebradizo del anís. Y otros muchos olores cuyo nombre ni siquiera conocía. Gemí.
Sam me recompensó con un beso fugaz en la oreja.

                            -            Alucinante ¿verdad?- susurró."

     A veces, sin buscarlo, me tropiezo con un conjunto de letras que describe a la perfección lo que hace mi corazón se acelere.

      Texto extraído de Temblor de Maggie Stiefvater.




martes, 13 de agosto de 2013

Simpleza sencillamente bella!

Bonjour!

Que ironía que se me ocurre escribir justo cuando no tengo voz: estoy prácticamente muda- cortesía de una faringobronquitis- que decidídamente no me cuidé el fin de semana. Mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa! Ante la perspectiva de pasar dos días encerrada en cama (porque cuando estas enferma te llueven las invitaciones para carretear, te niegas redondito y los demonios te siguen tentando) decidí huir a la parcela de mi tía en Peñaflor para no salir en la noche del sábado.  Aun cuando intenté evadir todo cambio de temperatura, mi plan falló. Tal vez, y esta es la Tesis de Fiorella, mi cuerpo supo que iba a entrar a clases y Zas! Muda por arte de magia. Anyway, perdón por no escribir hace tanto tiempo pero desde el último post todo se vino cuesta abajo y yo solo me concentré en no salir rodando. Mi receta secreta para un estado nervioso precario es tomar ocho ramos, más dos ramos más extraprogramáticos, sumarle micropyme microbia y seguir pensando en Hawaii cada vez que alguien dice la palabra macabra "Vacaciones".

Sobreviví porque el de Arriba me quiere. Pasé todo bien aun cuando en dos ramos sé que no di mi 100% (tecnología y compras) me arrepiento, me sentí mediocre al no poder hacerlo pero me vi superada -perdón estimados profesores!-. Así que la nota mental para este semestre era no sobrecargarme y traté de cumplirlo... hasta que llegó la toma de ramos y empezó a correr el bichito de "Y si adelantas unos ramitos, eh?" Logré tomar siete ramos de los ocho que deseaba  así que, si todo va bien, quizás pueda llegar a pensar en un bronceado perfecto en unos meses mas yeeeeeeeeeiiii!!!  Confieso que los ramos de Administración me provocan una erizada de aquellas! Hoy, mientras estaba esperando que la cafeína hiciera su efecto en mi clase de Legislaciones Aplicables (no ahondaré en dicha ironía, ya me quejé por FB!) le daba vueltas a que poco y nada me acuerdo de Tributario... "Pica, corta, saltea!" Al idiota que me vuelva a decir que ésto no requiere estudio, le corto un dedo!. Se torna difícil y yo, cual rata que huye del barco que se hunde, decidí este semestre que tomaría un ramo matemático a la vez así que mis Matemáticas financieras tendrán que esperar. Si el de Arriba me hubiese creado mas clever con los números, probablemente no sufriría tanto esta parte. No miraría con cierta envidia a los que observan el ejercicio en la pizarra y casi logro escuchar los engranajes de sus cabecitas cuando se lanzan a andar desbocados hasta lograr el resultado. Quizás no es mi fuerte pero qué diablos! Tendré que ser perseverante!

¿Qué cosas nuevas he aprendido?  Aprendí algo de mi el semestre pasado que hasta ese entonces desconocía: Me gustaría hacer clases. Algo simple, idealmente en pastelería así que una cosa mas a la lista de "Pendientes". Hablando de listas, me he vuelto una Mujer-Lista! Para que no se me olviden las cosas hago listas, enormes listas que constantemente tengo que borrar del celular; listas de insumos, listas de fechas de pedidos, listas de cosas que debo llevar en el auto, listas de supermercado, listas de libros... Me cuesta aun asumirlo pero funciona bastante bien el sistema: algo que hacer, algo que debo comprar y todo tiene listas que se van borrando.

Otro salto y cambio de tema: Hace tiempo partí mi proyectito de huerta en casa. Mas que por un tema de dinero y pesticidas en un inicio, lo partí por ver crecer y madurar algo que podía llevar a un plato, lo reconozco. Las plantas siempre me han gustado y entre vueltas y vueltas, entre tantas noticias de transgénicos, desde hace unos meses inicié la recopilación de plantitas y comencé a apropiarme de una parte del jardín para cultivar mis tomatitos cherry, arándanos, cibulette, una especie de acelga china que me dieron, albahaca y hierba buena. Estando en la parcela de mi tía este fin de semana, vi muchas cajas de maderas de fruta en su jardín y se me prendió la ampolleta! Le pedí algunas para usarlas de maceteros (Pensando también en que a mi papá no le gustaría nada que poblara una parte mas grande del jardín con hileras de lechugas descarriadas) Así que hoy, pese a que llegué mas muerta que viva de la universidad y la pelea por la compra de Lollapalooza, en cuanto me metí a la cama recordé esas pobres mini lechugas que había dejado en agua desde ayer que clamaban por su nuevo macetero.. Manos a la tierra y a jardinear con un solcito maravilloso de la tarde con la tierra hasta los codos. Estaba casi acabando cuando llegó mi mamá con su ya clásica frase de pregunta cuando tiene un regalo y quiere sorprender:  "¿Derecha o izquierda?. Cuando acerté, me dio un sobre de semillas de girasoles. Casi le salté encima ¡Mis flores favoritas! Creo que me hacía falta el contacto con la tierra, me calma. Posee el mismo efecto de llegar tipo septiembre a casa, sacarme los zapatos y salir al jardín a caminar sobre el pasto a "pies pelados". Terapéutico.
 También me ha impresionado la cantidad de personas que he conocido que están en las mismas que yo; gente motivada que se las esta ingeniando en pequeños espacios para cultivar sus alimentos y la verdad? Creo que es fantástico!!! Tener la oportunidad de estirar la mano y arrancar esa albahaca aromática, lavarla y lanzarla a una ensalada de tomates cherry , queso de cabra, salir de nuevo y llegar con orégano fresco que te despierta hasta el mas dormido de los sentidos simplemente es impagable! Un toque de oliva, una pizca de pimienta y ya está listo! De tu jardín a la mesa; simpleza sencillamente bella!

domingo, 28 de abril de 2013

Resultado: Rosado!


Tengo los dedos rosados. Por más que lavo mis manos, el colorante no me abandona. Tal vez la solución es trabajar con esos incómodos guantes de latex pero los encuentro tan fifi y antihigiénicos así que prefiero andar de rosa por la vida. Miro mis intentos de flores mientras escribo y le doy vueltas a cómo mejorarlas. Este martes es la prueba de torta de novios y aquí estoy con las manos rosadas pensando y pensando. Creo que hace tiempo no soñaba tanto con una prueba (por soñar no se entienda algo bello, eh?).  Me quedo dormida pensando en qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento hacerlo. Obsesiva. Sueño mil desastres con la famosa torta y despierto calculando las mismas interrogantes con las que me duermo ahora tratando de evitar los mil y un desastres que sueño (desde que no me resulta el forrado de la torta hasta que justo antes de presentarla, tropiezo y se me cae al piso… mi subconsciente no anda muy creativo, lo sé) Entonces pienso que podría hacer la ley del mínimo esfuerzo y pegarle algunas flores locas y listo, asunto resuelto. La otra parte de mí –que no es tan mediocre- piensa que es una buena oportunidad para ponerme al límite e intentar algo mejorcito. Y ahí me quedo mirando mis flores, analizando cómo hacer que la siguiente tenga los pétalos aun más delgados o cómo darle algo más de movimiento. Tal vez me estoy rayando… una semana en la misma frecuencia es de locos!

En Pastelería lo único que puedo decir es que agradezco tener siempre las manos heladas! Fue una verdadera bendición trabajar la unidad de chocolate sin que se me derritiera en las manos. En cuanto  a la prueba de la unidad, que consistía en hacer una figura abstracta de a lo menos veinte centímetros, asumo que lo podría haber hecho mejor… después de romperme el cráneo pensando en que hacer, solo atiné a armar cubos: cinco cubos uno arriba de otro de mayor a menor pero me tomó mucho tiempo armar y cortar las piezas antes del ensamblaje.  Empecé por los bombones que debíamos presentar a parte de la escultura y, en medio del proceso, capté que a unos cuantos le habían quedado las paredes muy delgadas pero no podía ya dar marcha atrás. Los dejé congelando y empecé con la escultura. ¿Cómo se hace? Debía derretir chocolate, espatularlo parejo sobre micas, esperar a que secara casi completo y empezar a cortar con tip-top. No suena tan complejo hasta que empiezas a hacerlo y las placas se te trizan en varios pedazos. Creo que hace tiempo no maldecía tanto mentalmente mientras me afanaba por rezar un ave maría mientras deslizaba el filo por el chocolate. Cuando la profesora anunció que nos quedaban diez minutos para entregar, yo figuraba con todas las piezas cortadas y ni una pegada!. Ya no alcanzaba a pegar las placas de chocolate con un pulcro cornet y solo atiné -en plena hiperventilación con  principio de taquicardia- a pegarlas a simple pincelazos de chocolate. Cumplió su cometido pero por lástima, no quedó tan lindo. Y bueno, también me descontaron nota porque me tomé dos minutos extras en pegar el último cubo. Para rematarla, cuando desmoldé mis bombones, las paredes de tres o cuatro que habían quedado más delgadas se trizaron levemente. Realmente había que mirarlos bien detenidamente para captar el detallito pero yo sabía que estaban fallados y eso me bastaba para saber que, de haber tenido más tiempo, los hubiese repetido. Cuando llegó el momento de presentar mi escultura ya solo quería terminar. Solo pensaba en que me pusiera la nota para acabar con la tortura.  Me bastaba con un azul, así de mal me tenía el chocolate. No esperé que la profesora empezara con su análisis y yo misma le fui indicando todos mis fallos. Probablemente varios de los que me estén leyendo se están agarrando la cabeza a dos manos pero para qué alargar la cosa si obviamente llegaría a los mismos puntos que yo le indicaría? Terminé con un seis que, penalizado por los dos minutos de atraso, me arrojó un cinco coma ocho. Prueba sufrida! Realmente la pasé mal con ella. Así que los que aun no tengan esa prueba, piensen bien qué hacer y cuanto tiempo les tomará en concretarlo porque no es tan simple como parece. Todo se rompe al cortarlo o al apoyarlo o al mirarlo. Y si no se triza se derrite!

De otro lado, la vida como estudiante de administración gastronomica internacional va relativamente bien, lo complicado ha surgido con los nuevos ramos de administración. Volver a las pistas con Economía a sido todo un proceso! Volví a sacar mi diccionario de términos económicos (así de nerd pero bueno…) y espero que en la prueba no me haya ido mal. No tuve mucho tiempo para prepararla asi que confio que el tiempo estudiado haya sido productivo. En cuanto a la prueba de Principios de Administración, ahí si que me encomiendo a San-Guchito! ¡Qué prueba más macabra! Dieciséis miserables puntos! Me equivoco en una y caigo directo al seis, con tres malas ya estoy más frita que un wantan! Sé que puedo pero mi cabecita de estambre no está habituada al pensamiento tan concreto… Me formaron mucho tiempo para dudar, para buscar más de una salida entonces leo una aseveración e inmediatamente mi engranaje se activa para buscar la excepción de la contra excepción y ahí me quedó…meditando en que casi nunca en esta vida algo es absoluto o totalmente verdadero o falso.

Quizás si no pensara tanto las cosas esto se me haría más fácil. A veces encuentro la quinta pata al gato que ni el profesor pensó en poner o me complico más de la cuenta pensando en diseños para pastelería que tal vez no son necesarios… Escribo esto mientras espero Game of Thrones y en tanto, otra parte de mi cabeza está repasando el horario: mañana prueba de restaurant, martes prueba de pastelería y pedido de cupcakes en la tarde…que debo ir a comprar los insumos del pedido entre lunes y martes y que debo guardar mis cosas para mañana… entre todo eso pienso si ya es hora de cortarme el pelo y que no tengo idea que están dando ahora en el HBO... es algo del hombre araña???

Creo que voy por un té. No mas café por hoy ;)

martes, 19 de marzo de 2013

Primera semana de clases. Recuento.


De vuelta! Ya he cumplido la primera semana de clases y debo decir que se viene rudo!!!

 Estoy bastante feliz con mi elección de profesores este semestre (estoy adelantando tres ramos mas así que es importante que los profes me agraden si voy a pasar más tiempo en la universidad jiji). Tenía miedo con uno en particular cuya fama le antecede como “sepulturero” pero, tras su primera clase, creo que escogí bien y esto lo digo a sabiendas que existe una gran probabilidad de que me repruebe. 
No sé si será por mi experiencia en el restaurant en el que trabajé con un profesor cuyos alumnos en su mayoría lo odiaban, que comprendí las ventajas que tiene trabajar para un grande. Todo el que me conoce sabe que al principio me agarraba la cabeza y me tiraba los pelos pensando cómo hacer las cosas bien para que él las aprobara. Me costó aprender sus técnicas, el refinamiento que él tenía en cada preparación… me costó aprender a pensar fuera de mí y ponerme en sus metas pero, con el tiempo, creo que  me acerqué en algo a sus aspiraciones. Me corregía cada preparación… miraba mis apuntes y, con la cuchara en mano, me re corregía los gramajes y repasaba conmigo el paso a paso. Lloré al principio encerrada en el baño más de una vez (única mujer en la cocina no podía llorar en público! Estoica y sin mostrar debilidad)  hasta que un día empezó a decir que estaba bien. ¡Estaba bien! Me sentía una diosa!!! OK, tampoco es que tenga una basta experiencia en el tema pero los docentes brillantes presentan mayores desafíos y de alguna manera te fuerzan a llegar a nuevos límites; te sorprendes a ti mismo al ver que lograste cruzar y llegar aun mas lejos de lo que tu mismo te habías planteado.  Volviendo a mi profesor actual al que los alumnos llaman “Sepultura”,  el tipo sabe lo que hace. Percibí eso aun antes de que se presentara. Lo llené de preguntas la primera clase y supo responder cada una de ellas, ilustrando cada punto con algo más de su experiencia.
 La segunda clase con él -en la cual ya tuvimos que poner manos a la obra-  fue un desastre! Dividieron al curso en tres grupos para trabajar en cuarto caliente (todos los platos calientes), cuarto frío (appetizer y entradas) y pastelería (postres!) ahí estaba yo. Para que se hagan una idea, esa sala de clases es la simulación perfecta de un restaurant. Se atienden entre veinte a treinta personas que hacen el rol de clientes y somos los alumnos los encargados de alimentarlos elevando el nombre de la Universidad. No tenía tanto miedo a meter las patas ya que después de los insultos y humillaciones que recibí en derecho de parte de mis profesores y de jueces, en verdad difícilmente alguien podrá superarlo. Lo que temía era no dar la talla; más que nada porque tengo una lesión en el hombro y codo producto de la comprobación de la gravedad abrupta en patines que me impide ejecutar simples movimientos como estirar el brazo, llevar el tenedor a la boca, subir o bajarme los jeans… comprenderán que cocinar con un brazo así es nefasto!. Mi matasanos dijo que debería intentar no mover el brazo por un buen tiempo pero no quería quedar como floja! Siendo profesora, si veo que un alumno se cruza de brazos, inmediatamente lo tacharía de inútil. ¿Qué hice? En vista a que no puedo acelerar el proceso natural de cura de tendones, solo me queda apalear el dolor. Tramadol en gotitas y pude realizar medianamente bien todo… solo bastaron tres dosis en ocho horas pero fue solo un detalle. Mareada como trompo, mi cuarto logró sacar los platos.

 ¿Qué pasó mientras sacábamos los últimos platos para las mesas en el restaurant? 

Escuchamos al profesor hablando con los chicos de los otros dos cuartos que ya habían sacado sus platos. Claramente estaba enojado. No recuerdo haberlo oído gritar. Solo un tono áspero que a veces duele más que los gritos. Cuando acabamos la limpieza de los diferentes cuartos, pasamos al salón y nos dio una charla sobre nuestro rendimiento. El punto que yo temía: en líneas generales, no dimos la talla. Preferiría que me gritaran a sentir que decepciono. Me aguanté las lágrimas de frustración. Me había dopado toda la mañana, corrí con las chicas armándolo todo lo mejor posible, cuidando los detalles, manteniendo la higiene, moví mi brazo llevando cosas,  batiendo, salseando, tironeando refrigeradores y hornos que se empeñan a no abrir a la primera sin algo de fuerza…hasta acarrié platos desde el subterráneo con las lágrimas corriendo por el cuello y nada había sido suficiente. Hizo puré a los chicos de cuarto caliente, criticó al parrillero de manera brutal. Yo no vi el desempeño del pobre diablo que estaba de parrillero pero, por como el profesor lo describía, parece que no sabía ni donde estaba parado. Supongo que estaba tan cabreado con él que describió su mal desempeño frente al grupo para abrirle los ojos a ver si se empeña en mejorar para la próxima o, si el alumno decide dejar de ser un dolor de cabeza para él y se retira del ramo. Después siguió con los chicos de cuarto frío criticando la falta de orden en ejecución de las tareas, falta de voz de mando, falta de proactividad y carencia absoluta de iniciativa a la hora del montaje (preparar el plato con todos los productos terminados para el cliente… básicamente es la presentación final del plato). Solo pasé una vez por ahí cuando salían los platos de cuarto frio y pude ver al profesor vuelto mono con una hilera de platos salseando…luego volví a mi puesto ya que tenía cosas que hacer así que no sé si mis compañeros hicieron los otros platos o los montó el profesor. Dijo que había que mejorar y retó a un compañero por dormirse. Siguió enfatizando lo malo y nos dio la posibilidad de refutar sus apreciaciones pero yo qué iba a decir? La pastelería está alejada de los otros dos cuartos así que no vi el trabajo de mis compañeros… tampoco mencionó mucho el trabajo de la pastelería así que el reto parecía apuntar mas a los otros cuartos… silencio total en el salón y yo solo atiné a sacar mis gotitas mágicas y tomar una nueva dosis para calmar las agujas palpitantes de mi hombro. Para acortarles el relato, nos despacho al cabo de un buen rato. Yo no me levanté de mi silla… mi alma masoquista necesitaba saber cuántas cosas malas había hecho y cómo debía mejorarlas. Quedando el salón vacío y solo con las chicas de pastelería, el profesor se relajó un poco y dijo que si bien el trabajo nuestro no había sido perfecto, tampoco había estado malo… más bien nos calificó entre un 60% a 70%. Me alegró saber que consideraba que resalté en iniciativa ante sus ojos y la gran crítica que tuvo hacia uno de mis platos era menor tiempo de cocción al crème brûlée. Eso lo puedo corregir. Aun así, arrastré mis pies al patio y me quedé con un orificio en el estómago. Tomando una coca zero con una de mis partner, llegó un amigo de ella diciendo que había un grupo de hombres en el camarín llorando sus penas por lo que había ocurrido en el restaurant. No me asombró ni un poco… si yo hubiese sido el alumno parrillero me estaría cuestionando seriamente si seguir o no en la carrera.

Manejé muy lento a casa pensando seriamente en parar en alguna calle hasta que se me pasara esa extraña sensación de piernas y brazos adormecidos. Si llegué viva fue por mi ángel de la guarda y algún favor que me hizo algún santo amante de la buena mesa. Caí en coma en mi cama… creo que me dolía hasta el alma.

 No me gusta rendir menos de un 100%... no me gustó que su apreciación de todo el grupo de alumnos, en total, sea mediocre. Me gustaría pensar que eso se revertirá pero sé que a la mitad de mis compañeros les importa un pepino el discurso que nos dio y, mucho menos, les importa mejorar. Va a estar rudo mis días lunes si el grupo no se pone las pilas… en verdad, solo ruego que mi hombro sane lo antes posible para no andar grogui cocinando invocando un accidente.


Ahora que lo pienso…creo que he tenido en general muy buena suerte con mis profesores. Desde mi profesor de cocina el primer semestre que me hizo creer en mi con una simple frase tras una prueba con el que tomé nuevamente ahora tecnología. Probablemente ni sabe lo importante que él es para mí durante todos estos semestres pero me dio un pilar al que me he aferrado cada vez que he tenido un día difícil…con mi profesor de casino que, sin quererlo, mi enseñó mas de cómo se desenvuelve un cocinero en la cocina que propiamente tal de las preparaciones de alimentación colectiva. Con mi profesora de inglés que es todo un personaje y que por lástima, no subió este semestre por lo que tuve que tomar con un nuevo profesor que promete ser toda una aventura… Tomé administrativo con un profesor que tiene sonrisa maliciosa cada vez que habla de las evaluaciones; me cae bien, parece tener humor negro. “Compras y abastecimientos” con un profesor con el que esperaba tomar hace un año! Es un hombre tan afable e inteligente que cada vez que me veía en el pasillo se detenía unos minutos a hablar conmigo. Creo que es coordinador del área hotelera por lo que no le sobra el tiempo así que valoraba cada vez que cruzábamos unas líneas…  tenía que tomar una clase con él! solo espero no dar jugo por tomar ese ramo  adelantando y no tener todos los conocimientos necesarios.
Tomé francés con mi encantadora profesora de siempre que me hace sufrir en sus clases auspiciadas por bebidas energéticas pero que me fuerza a estudiar bastante.  Como me cae bien, tampoco quiero decepcionarla y sacar menos de seis. Debe ser frustrante para un profesor dar lo mejor de si en sus clases y que sus alumnos saquen malas notas… ¿Qué otro ramo tengo? Economía. Dolor de cabeza en cada letra. Yo que no sumo ni para atrás sé que tendré que dedicarle tiempo al ramito ese aunque la profesora se ve bien entretenida y dispuesta a resolver todo tipo de dudas. Eso me tranquiliza mucho porque sé que la llenaré de preguntas;  ella aun no sabe el infierno por la que la haré pasar!. Mi profesora de pastelería sigue siendo la misma del semestre pasado, con su forma intrépida de pasar contenidos, sonriendo de costado cuando muestra algo complicado (indicador de que si lo evaluará en la siguiente prueba) y emanando esa extraña y escasa buena vibra desde el primer segundo de la mañana en que la veo aparecer muy temprano con su mug de té. Creo que con eso hago la reseña completa de mis apreciaciones de primera semana… sigo dopándome, el paracetamol me los tomo como tic-tac, mi auto está lleno de moldes de cartón para hacer figuras para restaurant… cuchillos nuevos por si algún profesor considera que al que uso siempre le falta filo, tiene cotillón de matrimonio y el portamaletas con patines (que aun no saco para hacerme la idea que me volveré a subir a ellos!). Aun no logro escribir bien con un lápiz pero cuento con que podré tomar mejores apuntes la próxima semana.

Quiero partir en un gimnasio aunque odio las rutinas ya que he descartado completamente volverme anoréxica y quiero bajar de peso… Qué más? No les haré el recuento de las vacaciones ni les dibujaré que hice en ellas. Solo puedo decir que estuvieron muy buenas, con hartas salidas, bien leídas y descansadas: renuncié al restaurant donde trabajaba (sigo extrañando a mis jefes y al equipo de trabajo, snif!)  y terminé con mi pololo; Supongo que a lo penúltimo mencionado lo retomaré en otro escrito y, respecto a lo último, no merece ni que dedique tiempo escribiendo al respecto. En fin…creo que esto se alargó más de la cuenta pero estoy con las pilas puestas y esperando que mi brazo mejore para darle con todo!!! Tengo una buena idea rondando de dónde quiero trabajar el segundo semestre así que requiero que todo salga bien. El que la sigue la consigue, no?