domingo, 28 de abril de 2013

Resultado: Rosado!


Tengo los dedos rosados. Por más que lavo mis manos, el colorante no me abandona. Tal vez la solución es trabajar con esos incómodos guantes de latex pero los encuentro tan fifi y antihigiénicos así que prefiero andar de rosa por la vida. Miro mis intentos de flores mientras escribo y le doy vueltas a cómo mejorarlas. Este martes es la prueba de torta de novios y aquí estoy con las manos rosadas pensando y pensando. Creo que hace tiempo no soñaba tanto con una prueba (por soñar no se entienda algo bello, eh?).  Me quedo dormida pensando en qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento hacerlo. Obsesiva. Sueño mil desastres con la famosa torta y despierto calculando las mismas interrogantes con las que me duermo ahora tratando de evitar los mil y un desastres que sueño (desde que no me resulta el forrado de la torta hasta que justo antes de presentarla, tropiezo y se me cae al piso… mi subconsciente no anda muy creativo, lo sé) Entonces pienso que podría hacer la ley del mínimo esfuerzo y pegarle algunas flores locas y listo, asunto resuelto. La otra parte de mí –que no es tan mediocre- piensa que es una buena oportunidad para ponerme al límite e intentar algo mejorcito. Y ahí me quedo mirando mis flores, analizando cómo hacer que la siguiente tenga los pétalos aun más delgados o cómo darle algo más de movimiento. Tal vez me estoy rayando… una semana en la misma frecuencia es de locos!

En Pastelería lo único que puedo decir es que agradezco tener siempre las manos heladas! Fue una verdadera bendición trabajar la unidad de chocolate sin que se me derritiera en las manos. En cuanto  a la prueba de la unidad, que consistía en hacer una figura abstracta de a lo menos veinte centímetros, asumo que lo podría haber hecho mejor… después de romperme el cráneo pensando en que hacer, solo atiné a armar cubos: cinco cubos uno arriba de otro de mayor a menor pero me tomó mucho tiempo armar y cortar las piezas antes del ensamblaje.  Empecé por los bombones que debíamos presentar a parte de la escultura y, en medio del proceso, capté que a unos cuantos le habían quedado las paredes muy delgadas pero no podía ya dar marcha atrás. Los dejé congelando y empecé con la escultura. ¿Cómo se hace? Debía derretir chocolate, espatularlo parejo sobre micas, esperar a que secara casi completo y empezar a cortar con tip-top. No suena tan complejo hasta que empiezas a hacerlo y las placas se te trizan en varios pedazos. Creo que hace tiempo no maldecía tanto mentalmente mientras me afanaba por rezar un ave maría mientras deslizaba el filo por el chocolate. Cuando la profesora anunció que nos quedaban diez minutos para entregar, yo figuraba con todas las piezas cortadas y ni una pegada!. Ya no alcanzaba a pegar las placas de chocolate con un pulcro cornet y solo atiné -en plena hiperventilación con  principio de taquicardia- a pegarlas a simple pincelazos de chocolate. Cumplió su cometido pero por lástima, no quedó tan lindo. Y bueno, también me descontaron nota porque me tomé dos minutos extras en pegar el último cubo. Para rematarla, cuando desmoldé mis bombones, las paredes de tres o cuatro que habían quedado más delgadas se trizaron levemente. Realmente había que mirarlos bien detenidamente para captar el detallito pero yo sabía que estaban fallados y eso me bastaba para saber que, de haber tenido más tiempo, los hubiese repetido. Cuando llegó el momento de presentar mi escultura ya solo quería terminar. Solo pensaba en que me pusiera la nota para acabar con la tortura.  Me bastaba con un azul, así de mal me tenía el chocolate. No esperé que la profesora empezara con su análisis y yo misma le fui indicando todos mis fallos. Probablemente varios de los que me estén leyendo se están agarrando la cabeza a dos manos pero para qué alargar la cosa si obviamente llegaría a los mismos puntos que yo le indicaría? Terminé con un seis que, penalizado por los dos minutos de atraso, me arrojó un cinco coma ocho. Prueba sufrida! Realmente la pasé mal con ella. Así que los que aun no tengan esa prueba, piensen bien qué hacer y cuanto tiempo les tomará en concretarlo porque no es tan simple como parece. Todo se rompe al cortarlo o al apoyarlo o al mirarlo. Y si no se triza se derrite!

De otro lado, la vida como estudiante de administración gastronomica internacional va relativamente bien, lo complicado ha surgido con los nuevos ramos de administración. Volver a las pistas con Economía a sido todo un proceso! Volví a sacar mi diccionario de términos económicos (así de nerd pero bueno…) y espero que en la prueba no me haya ido mal. No tuve mucho tiempo para prepararla asi que confio que el tiempo estudiado haya sido productivo. En cuanto a la prueba de Principios de Administración, ahí si que me encomiendo a San-Guchito! ¡Qué prueba más macabra! Dieciséis miserables puntos! Me equivoco en una y caigo directo al seis, con tres malas ya estoy más frita que un wantan! Sé que puedo pero mi cabecita de estambre no está habituada al pensamiento tan concreto… Me formaron mucho tiempo para dudar, para buscar más de una salida entonces leo una aseveración e inmediatamente mi engranaje se activa para buscar la excepción de la contra excepción y ahí me quedó…meditando en que casi nunca en esta vida algo es absoluto o totalmente verdadero o falso.

Quizás si no pensara tanto las cosas esto se me haría más fácil. A veces encuentro la quinta pata al gato que ni el profesor pensó en poner o me complico más de la cuenta pensando en diseños para pastelería que tal vez no son necesarios… Escribo esto mientras espero Game of Thrones y en tanto, otra parte de mi cabeza está repasando el horario: mañana prueba de restaurant, martes prueba de pastelería y pedido de cupcakes en la tarde…que debo ir a comprar los insumos del pedido entre lunes y martes y que debo guardar mis cosas para mañana… entre todo eso pienso si ya es hora de cortarme el pelo y que no tengo idea que están dando ahora en el HBO... es algo del hombre araña???

Creo que voy por un té. No mas café por hoy ;)