martes, 29 de julio de 2014

Dark Tuesday Chocolate Chewy Cookies.(Sin Harina!!!)

Pues como soy una cabezotas, terminé haciendo las galletas de chocolate. Partí al supermercado con una misión: Encontrar un buen chocolate en polvo amargo para mis galletas. Pasé al Jumbo y al Lider. Salí  gruñendo con el chocolate en polvo marca Copacabana porque amargo parece que el mercado ofrece tres opciones... y lo que bailaba en mi mente era un chocolate suizo, belga... algo mas intenso pero Copacabana es la mejor opción que encontré y, habiéndolo utilizado anteriormente, pues fue mi copiloto de vuelta a casa. También barajé la opción de derretir un buen chocolate amargo pero como era esta una receta nueva decidí, en pro de la humanidad, seguir los pasos de una que había leído hace un buen tiempo que llamó mi atención pues, sí señoras y señores ¡No lleva harina!
*modifiqué mi acotación respecto al glutén en tanto confirmo 100% que el.azúcar flor no la posee. Tengo mis dudas así que mientras investigo mantendré el asterisco*

Los ingredientes de la receta de estas galletas de chocolate:

-3 tazas de azúcar flor (yo ocupé marca iansa)
- 3/4 taza de chocolate en polvo amargo (yo amo el chocolate asi que incorporé casi una taza y la marca fue Copacabana)
- 4 huevos.
- 1 cucharada de esencia de vainilla (de esas si que hay varias en el mercado, la que ocupe yo fue marca gourmet)
- 1 1/2 tazas de chispas de chocolate (yo ocupe el Hershey's semi-sweet, lo encuentran en el Jumbo... y confieso tb que puse 1 taza tres cuartos...solo porque soy una adicta sin vuelta al chocolate)
* Y como nunca puedo hacer una receta tal cual, también le agregué como media cucharadita del Mix Dulce Gourmet.

¿Cómo las preparé?

Antes de partir ¡Horno! Calentar a 180°c. Voy a ir paso a paso y si tienen alguna pregunta me la dejan en los comentarios.

1-  Los 4 huevos enteros a la batidora, máxima potencia por unos 5 minutos aproximadamente. El término técnico es huevos a espumosos ya que a la vista debe parecer una espuma con textura -ya que al batirlos les incorporamos aire- Aprovechamos de incorporar la esencia de vainilla y el mix dulce gourmet.
2- Mientras espumamos los huevo, en un bowl incorporamos el azucar flor y el chocolate amargo en polvo. Yo siempre lo revuelvo hasta mezclarlos bien ya que el chocolate en polvo es muy traicionero y arma bolitas que después me cuesta mucho disolver.
3- Ya espumados los huevos, incorporo con movimientos envolventes el azúcar flor con el chocolate amargo en polvo. ¿Qué significa eso de movimientos envolventes? Es complicado de explicar pero no revuelvas la mezcla  a tontas y a locas de manera brutal como si le incorporaras azúcar al café. Lo que necesitamos es mantener esa espumosidad de los huevos por lo que tu mano al revolver deberá ir "envolviendo suavemente" los ingredientes y para ello tu mano irá de arriba a abajo con un mezquino hasta que se hayan mezclado. ¿ No entendiste nada de lo que dije y no tienes tiempo para payasadas? Pues ve y sigue mezclándolo todo en la batidora. No es lo aconsejable pero va a funcionar en menor medida pero bien.
4- ¿Qué nos queda? Las chispas de chocolate. Nuevamente las incorporas de a poco en movimientos envolventes con el mezquino ¡Por ningún motivo las incorpores a la batidora! ¡¡¡Las harás trizas!!!

Ya! Estamos listos con la mezcla, vamos a la parte complicada: Hornear a 180°c sobre un silpat (lo pueden gloogear y encontrar en Casa Ideas como por $6000 pesos). En mi bandeja de horno me cabían 9 galletas por tanda de horneada ya que debí dejar un espacio entre cada una de ellas. Mi tamaño de referencia de horneo fue una cucharada de mezcla por galleta. ¿Dónde está lo complicado? ¡Acertar al punto perfecto de horneo! Ocho minutos decía la receta vieja que tenía anotada. La saqué a los 8 y, al tratar de sacar la primera galleta se me rompió como acordeón y estaba demasiado húmeda. Tozuda de mi,  volví la bandeja al horno y se me tostaron ligeramente. Tras lanzar unos cuantos improperios, quedaron secas al enfriarse. La idea de estas galletitas es que queden mas chewy, mas húmedas por dentro asi que esa bandeja no quedó en su punto óptimo.

La segunda tanda, no tomaron un bronceado tropical pero al enfriarse seguían medias secas. Volví a gruñir entre cerrando los ojos. Mi amigo imaginario malvado estaba muriendose de la risa en el piso (el muy bestia siempre se burla de mis fracasos) en tanto la Domi, siempre tan aplicada, me acercó una silla al frente de la puerta del horno. Y ahí me senté, frente al horno observando la tercera tanda de galletas. ¿Cuándo las retiré? Cuando les vi una costra armada y levemente resquebrajada en la superficie. Ese es el punto estimados querubines: La costra agrietada!

IMPORTANTE: Una vez que se sacan del horno deben dejarlas reposar sin moverlas del silpat como 5 minutos antes de traspasarlas al lugar donden deseen enfriarlas del todo. Ese reposo haran que se enfrien pues son muy frágiles calientes ;)



Esa es la historia-receta de estas galletas. No se preocupen si nos les sale a la primera; sería mas fácil para mi escribirles la receta y decir el resultado pero todos necesitamos una guía ¿No? Llevo estudiando gastronomía 3 años y mi solución fue una silla frente al horno para no sacarles el ojo de encima. Espero que las realicen, que las disfruten en buena compañía que están para enamorar!

Los quiero!

lunes, 28 de julio de 2014

La pregunta del día.

Los seres humanos somos animales extraños. Queremos todo lo que no tenemos. Hace una semana atrás moría por vacaciones y hoy, después de mis dos cafés iniciales, revisar mi librito nuevo de gastronomía ecuatoriana me quedé mirando el techo... ¿Qué se supone que debo hacer ahora? Miré mis calcetines y decidí hacer algo útil por la vida, por mí (y por mi nana que aparece solo los sábados) y terminé desarmando mi habitación con la premisa de que la estaba "ordenando".

JA!

Luego de desordenar casi todo me senté en la cama ofuscada -aclaro que tuve que correr toneladas de cosas sobre la cama para poder sentarme-. Necesitaba un break y como siempre sucede cuando me estreso, terminé haciendo almuerzo para cinco cuando solo era yo y mis amigos imaginarios que no estaban muy felices porque los tres odian el guiso de zapallitos italianos.

Y obvio, no se los hice con papas fritas. ¡Que herejía mas grande de mi parte! Tres enojados que se negaron a comer y me dejaron sola en mi pregunta del día" ¿Qué hago ahora?"

Me di vueltas. Me fui al gimnasio. Volví a casa pensando que llegaría activada para concluir mi desastre pero acabé buscando recetas de galletas de chocolates. Soy una obsesiva compulsiva de la comida y para rematar, terminé con las narices metidas en el libro La Cocina y los Alimentos porque no sé que hacer con mis vacaciones! ¿Qué hago con todo mi día? No me había dado cuenta lo mucho que me tenía absorbida la U que me sacan de ese ambiente y me siento desorientada. Debería estar en la playa o no sé...reactivando la economía en un mall. Y mientras escribo pienso en esas infames galletas de chocolate que tengo ganas de experimentar ahora que tengo tiempo porque claramente ¡debo tener un daño mental de aquellos!

Solo yo puedo estar con una enciclopedia de los alimentos... Y ojo que no capto un cuesco de química!

Supongo que fue un semestre demasiado intenso y mi cabezota necesitará unos días para bajar las revoluciones a nivel "limón soda". O tal vez algo de lo que dijo uno de mis profesores se clavó como una astilla en mi materia gris con eso de que había una deuda histórica de mujeres chilenas chefs en importantes restaurantes del mundo. Quizás por ello hoy me puse a estudiar... pese a todo lo que rabié durante todo el semestre, él tiene el don de llevarme al límite. Porque cuando creo que no puedo mas, me plantea un nuevo desafío y vuelta a rabear, trasnochar, reír y llorar.Y no creo ser tan buena para cumplir una deuda histórica pero no me hará mal repasar y aprender mas cosas de las que, en teoría, manejo. Al menos para dar la cara por las féminas, no? Ya que estamos en tanta desventajas por ser mujeres, por la edad fértil y todo lo que ello implica, al menos que me vean con matería gris funcionando con ganas de superarme debería sumar algunos puntos a mi favor.

Espero.

Supongo que sería mas fácil encaminar nuestros pasos si supiéramos el final que nos espera, sin embargo, quitaría  dramáticamente la sal y el azúcar a nuestra existencia porque es ese desconocimiento lo que nos fuerza a hacer una enormidad de cosas por ser mejores. El no saber me permite pensar en ser algo.
Que loco es que me pueda construir porque ignoro mi final!

(Si, mientras escribo sigo pensando en las endemoniadas galletas) La cosa es que tengo un tercio de libro leído, una habitación a medio armar, un semestre recién cerrado, una matricula nueva pendiente, toneladas de cobranzas de "esta-vez-si-nos-juntamos-por-unos-drinks", una ida a la peluquería, decidir que rayos haré para mi cumpleaños, ayudar en un albergue de gatitos, preparar mi primera clase de pastelería y decidir mundanamente si me pintaré o no las uñas como acto de rebeldía en plenas vacaciones.

Y dejar de pensar en galletas...o en mi torta de cumpleaños... y en cómo decorar unos popcakes.

A estas alturas de mi vida debería saber dejar mi cabeza en blanco sin estar cocinando... Meditar... pintar mandalas...

Al menos sé que estoy en el camino indicado porque hacer aquello que estoy estudiando hasta en mis tiempos libres simplemente por la alegría que me reporta, es maravilloso!

Harina... huevos... chocolate...vainilla... mantequilla...
Nueces? almendras?
Con relleno?

Ayyyyyy!!! ¿Qué se supone que debo hacer ahora?










sábado, 5 de julio de 2014

Receta de Chocolate Caliente (Especiado).

No sé por qué los sábados despierto tentada. Debe ser porque mi vida de nómada estas últimas semanas me ha tenido algo alejada de la cocina que, de pronto, al despertar en mi cama, empiezan a cruzar muchas ideas malvadas de qué hacer con las horas que tengo por delante. Hoy mi obsesión fue el chocolate caliente. Aclaro que este particular brebaje nunca a sido santo de mi devoción. Me trae recuerdos de cumpleaños infantiles con vasos plásticos llenos de un humeante mal chocolate caliente en polvo con, a veces, exceso y otras veces nada de azúcar y cero cuerpo. Yo deseaba probar hoy ese chocolate espeso que te revoluciona los latidos... Ya saben, ese chocolate amargo que sabe a pecado y da lo mismo que te autorepliques que el próximo encuentro con la eliptica será doble, lo vas a probar. Y no solo eso ¡Lo vas a adorar!

Entonces empecé a investigar... Yo tenía de referencia mis tazones de chocolate caliente con churros españoles que, tengo que confesar, causan una extraña y perversa adicción. Entonces partí el café mañanero con internet buscando y buscando recetas. Habían unas muy básicas de cacao en polvo y agua, cacao en polvo y leche mas azúcar pero no necesitaba ser una experta para concluir que esa linea de recetas no me llevarían mas que a mis horrorosos recuerdos de chocolate caliente de cumpleaños. Segundo café y mi ampolleta se prende! Averigué que los españoles lograban esos maravillosos tazones con mi adicción gracias a unas tabletas de chocolate especial que llaman "chocolate a la taza" que trae también algunos espesantes aparte del cacao y ahí, voilà la textura! ¡¡¡Ese era el secreto!!!

Yo no tenía a mano esas tabletas.
 ¡Y yo quería mi tazón de chocolate!

Mis opciones para espesar - de acuerdo a lo visto en clases y en consideración al stock en mi despensa- eran básicamente cuatro:
- Yema de huevo.
- Crema.
- Maicena.
- Harina.

Huevo no le pondría ni a palos. La leche que ocupo para mis cafés es descremada asi que mi idea flaqueaba raquiticamente en este punto; necesitaba si o si dar textura. Crema sería una bomba de calorías  (y si señores, uno también piensa en ello cuando cocina!) y la harina pues, ni hablar! Opté por la maicena. Ahora solo me quedaba dilucidar si quería chocolate solo, especiado o con malicia.

¡Especiado!  Ya pensaría lo de la malicia.


Nuevamente investigar. Porque por instinto para mi danzan perfecto el chocolate con la vainilla y con canela. Pero quería mas. Quería bailar con los sabores ¡Quería el gran y poderoso tazón que hiciera llorar a los otros chocolates calientes!

 Tercer café y ya sabía mas menos que música tendría mi fiesta privada:

- Cardamomo: solo una pizca porque no queremos que el chocolate sirva de descongestionante nasal. El cardamomo en su dosis justa permite resaltar los sabores del chocolate y potenciar sus notas.
-Nuez moscada: Según leí hace un tiempo atrás, quita ese efecto empalagoso del chocolate, nuevamente en su justa medida. O sea, no te pongas a rayar como loco nuez moscada. Solo una pizca, tipo pizca de deditos de bebé.
-Vaina de vainilla: ¿Si los aztecas ya la ocupaban para realzar el sabor del cacao por qué yo no? Adentro media vaina loca.
- Media rama de Canela: Otra muy buena combinación que los mexicanos conocen desde hace muchísimo tiempo.
- 2 Clavos de olor: esta fue de tincada... si la canela y el clavo de olor quedan bien en mi navegado ¿Por qué me debería fallar en el chocolate?
- Zeste de Naranjas: Para aromatizar esta dupla es inseparable!
-Anis estrellado: Solo lancé una estrellita depositando toda mi fe en ella; su dulzura y su aroma fue una apuesta que no pude resistir.

¿Ya te tentaste? Si la respuesta es si, . vas a necesitar:
- Una olla.
- Un batidor manual (si no tienes, dale con una cuchara o tenedor)
- Una taza para medir.
- Un tazón para servir.

Es ahora cuando mis amigos imaginarios empiezan a dar saltitos en el aire porque llegó el momento de ejecutar el experimento. ¿Qué ingredientes necesitas para jugar con nosotros?

- Medio litro de leche descremada. No seas como yo y usa la entera si tienes esa en casa. Seguro que da aun mejores resultados!.
- Calculo entre unos 150 a 200 gr de chocolate bitter marca Belcolade (Si confieso que lo hice al ojo!). Insisto que esa es la marca que yo adoro pero si tienes otro en casa, bienvenido sea. Lo importante para mi es que tenga un buen porcentaje de cacao y que sea amargo para que el chocolate no me hostigue al primer sorbito.
- 1/3 taza de azúcar. Pensé en poner endulzante pero ya le haré variaciones, Vamos primero tanteando terreno. Si eres de aquellos tolerantes al azúcar, este es tu item! Incorpora cuanto creas que es necesario según tus gustos.
- Todas las especias mencionadas anteriormente!!!
- 2 cucharaditas de maicena.

Yo me dejé llevar, saben? Puse la olla al fuego con la leche, el azúcar y las especias. Esperé a que hirviera para que éstas últimas liberaran sus aromas a la leche y la saqué del fuego. Filtré la leche para retirar las especias e incorporé rápidamente mis preciosas monedas de chocolate Belcolade cual Golum revolviendo sin parar hasta que comenzaron a derretirse. ¡Para ese entonces mi corazón daba saltitos de felicidad!. Nuevamente puse la olla a fuego bajo y revolví hasta que tomó temperatura para luego, incorporar la maicena disuelta en un poco de agua. Revolver sin parar hasta que tome textura y listo, señoritas, señores y amigos imaginarios! ¡Chocolate caliente!



Lo serví en mi tazón de chocolate y toqué el cielo. ¡Me encantó! Había pensado decorar con crema chantilly pero de verdad que no fue necesario. Espero que se motiven, lo intenten y me dejen sus comentarios. Increíble para este frío invierno.

Los quiero!