Me he dado vueltas en la cama. Me he levantado a pies descalzos en
busca de un tazón de té pensando en un panal de abejas. A raíz de una loca
conversación hace unos días en la playa (de la cual, honestamente, recuerdo la
mitad- pleno 18, favor no juzgar!) me di cuenta que he sacado varias lecciones
en mi vida a punta de porrazos; costalazos sangrantes donde muchas veces he
dejado más que un pedazo de rodilla en el camino. Dicen que un hombre
inteligente aprende de sus errores y el hombre sabio, aprende de los ajenos. Yo
solo soy inteligente. Remuevo la bolsita de té pensando que eso de
inteligente también es discutible… En fin, el punto es que iba a empezar a
estudiar francés (cosa que vengo intentando desde ayer con cero concentración)
y me di cuenta que empecé a aplicar una de mis frasesitas aprendidas a punta de
porrazos poco dignos para darme ánimos y no me quedó de otra que empezar a
escribir a ver si así mi cabeza deja de zumbar en frecuencia modulada y me deja
repasar franchute.
1- Familia es familia. Puedes gritar,
patalear, discutir pero son los primeros en estar al pie del cañón cuando lo
necesitas. No hay familias perfectas y desconfía de quien venda la suya
como tal. El valor que tiene la familia es que muchas veces, pese a lo disímiles
que son sus integrantes, pese al tiempo y las fisuras que pueden acaparar,
siguen entrelazando sus destinos en busca de algo mejor; te regalan fe mas allá
de un sentido religioso… te enseñan a creer.
2- Los amigos son la familia que escoges y se
les debe cuidar tanto más que a los de tu sangre. Pocos pero buenos; con el
tiempo aprendes que tienes muchos conocidos y pocos amigos pero que ellos lo
llenan todo.
3- Siguiendo el punto anterior, hay dos cosas
que no se deben transar en esta vida: Familia y amigos. Somos un pack y venimos
con ambos dos de agregados. Quien está contigo acepta todo el pack. (Estaban
antes y seguirán estando después que el futuro-ex-de-turno)
4- Has con el tiempo que se te ha concedido algo maravilloso que te
haga vibrar. No dejes pasar los días empeñándote en algo que no te haga
sonreír, que no te motive. Si no te gusta lo que estás haciendo, deja de
quejarte y busca un cambio. Nadie más que tu puede velar mejor por tu
felicidad.
5- Busca
nuevas metas. Sea empezar a hacer ejercicios, ascender a un mejor puesto, algo
tan estúpido como dejar de tirar la ropa en el baño o tal vez emprender un
viaje a un país lejano. Como dicen por ahí, todo viaje parte con un paso
pequeño como sucede también con un gran cambio. Teniendo tantas opciones de
caminos ¿Por qué conformarse en el punto en el que estás? Es como ir a una
heladería y pedir siempre el mismo sabor. Atrévete, sonríe, conoce y aprende.
Quien sabe a dónde te puede llevar el nuevo desafío.
6- Juégatela. ¿No tienes ganas de hacer algo? Pregúntate por qué
debes hacerlo y por qué escogiste ese camino. Las energías llegaran sola si
estás haciendo algo que te gusta y creo que es un indicador importante para
determinar si vas bien. (No tengo ganas de estudiar franchute pero escogí esto
y me maravilla. Sacaré energías hasta de la última taza de la doceava taza de
café si es necesario. Si fuese algo de derecho probablemente me hubiese dormido
sobre algún código…) Si algo no funciona y has buscado las mil formas de que
resulte, entonces simplemente no debe ser. Si te están cerrando la puerta en la
nariz no es la casa a la que debes entrar. Tómalo como señal del
destino. Cuando las cosas deben ser, todo fluye.
7- Se el mejor. Al menos esfuérzate por ser el mejor. Da lo
mismo el área, desde médico, arquitecto, pintor o lustrabotas. Trabaja por ser
el mejor; por dar el máximo de ti y lo mejor de ti. Todo esfuerzo tiene su
recompensa y solas se abrirán las puertas.
8- Todo pasa por algo. Puede que en el momento no veas el por
qué pero, eventualmente, al mirar para atrás, ves que está todo conectado. Algo
debías aprender, a alguien debías dejar ir, a alguien debías conocer, algo
debías cambiar… Hay personas con las que tienes una conversación de menos de una
hora y te aportan algo valiosísimo que ninguno de tus amigos de años o años o
familia te habían dado. Simplemente se cruzó en tu camino y aportó un gran
granito de arena del que tu, sin importar el paso del tiempo, lo podrás
olvidar.
9- No te aferres, aprende a dejar ir y quédate con lo mejor. Sea
trabajo, amigos, pareja… aprende a que en esta vida hay ciclos, algunos de
ellos duran más, otros menos y hay que saber desprenderse. No desees mal a
quien parte, espera lo mejor porque alguna vez lo quisiste mucho y ese
sentimiento traspasa los malos momentos vividos. Deja ir y deséale la felicidad
del mundo. Cerrar ciclos implica necesariamente que se te viene uno nuevo y de
seguro, aun más sorprendente que el anterior!
10- Busca
una pareja jeep; un 4x4. Alguien que vaya contigo a todas. Que te acompañe
desde a un bautizo, pasando por una comida de trabajo, carrete con amigos a
asado familiar con el mismo entusiasmo. Alguien que te mueva el piso, que te
haga reír y te reencante día a día. Alguien que crea en ti cuando hasta
tu mismo flaqueas… Que te motive a ser mejor persona, que sueñe contigo y se
impulsen mutuamente. Estamos llenos de defectos, mañas, trancas pero cuando ves
a la otra persona, consciente de todos sus “contras”, como alguien lleno de luz,
retenla. Has todo lo posible porque no se escape de tu mundo.
11- Las mejores cosas de mi vida me han
pasado portándome como un “loco”. He dado saltos de fe sin asegurarme si había
agua allá abajo, simplemente he saltado en la oportunidad o en busca de una
oportunidad porque no quiero llegar a los 80 años pensando “y que hubiese
pasado si…” Prefiero arrepentirme de las cosas que he hecho de las que he
dejado de hacer. Al menos se que lo intenté y no me quedé cobardemente en la
orilla segura.
12- Solo tienes el aquí y el ahora. Está
bien soñar, proyectarse, sacar un mapa y elucubrar nuevas rutas pero no te
olvides del ahora. Tu pareja está ahora, tu familia está ahora, tus amigos
están ahora; todo lo demás que pasa por tu cabecita, de concretarse, no servirá
de nada si ellos no están presente. Nuestra armonía es muy frágil pero cuando
la logramos, nos vuelve invencibles.
13- No te calles. Habla. Di qué te pasa. Las personas que te rodean no
tienen una esferita mágica para saber qué te sucede. No te enojes porque no
adivinan qué pasa en tu mundo. Juntando letritas, verbalizándolas, usualmente
se soluciona todo.
14- Y ya que estoy hablando de palabras, ten cuidado con el poder que
ellas transfieren. Puedes enaltecer a alguien con ellas como hundirlo en el
peor de los infiernos. Las palabras tienen un poder asociado que nos
transforman. Las palabras en buen D'ni crean mundos. Sino pregúntate cuánto te
cuesta decirle ahora a alguien “te amo” y cuánto te costaba decirlo cuando eras
más chico…
15- Y por último pero no menos
importante,: Besa siempre con el alma en los labios y con la conciencia de que
ese puede que sea el último beso.
Ya, creo que mi cabeza al fiiiiiin quedo en silencio. Abandonaré
el té y empiezo con las tazas de café para franchute. Ojalá me aporten con
otras frases :) De todo se aprende en esta vida!
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