Tengo los dedos
rosados. Por más que lavo mis manos, el colorante no me abandona. Tal vez la
solución es trabajar con esos incómodos guantes de latex pero los encuentro tan
fifi y antihigiénicos así que prefiero andar de rosa por la vida. Miro mis intentos
de flores mientras escribo y le doy vueltas a cómo mejorarlas. Este martes es
la prueba de torta de novios y aquí estoy con las manos rosadas pensando y
pensando. Creo que hace tiempo no soñaba tanto con una prueba (por soñar no se
entienda algo bello, eh?). Me quedo
dormida pensando en qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento hacerlo. Obsesiva.
Sueño mil desastres con la famosa torta y despierto calculando las mismas
interrogantes con las que me duermo ahora tratando de evitar los mil y un desastres
que sueño (desde que no me resulta el forrado de la torta hasta que justo antes
de presentarla, tropiezo y se me cae al piso… mi subconsciente no anda muy
creativo, lo sé) Entonces pienso que podría hacer la ley del mínimo esfuerzo y
pegarle algunas flores locas y listo, asunto resuelto. La otra parte de mí –que
no es tan mediocre- piensa que es una buena oportunidad para ponerme al límite
e intentar algo mejorcito. Y ahí me quedo mirando mis flores, analizando cómo
hacer que la siguiente tenga los pétalos aun más delgados o cómo darle algo más
de movimiento. Tal vez me estoy rayando… una semana en la misma frecuencia es
de locos!
En Pastelería lo único
que puedo decir es que agradezco tener siempre las manos heladas! Fue una
verdadera bendición trabajar la unidad de chocolate sin que se me derritiera en
las manos. En cuanto a la prueba de la
unidad, que consistía en hacer una figura abstracta de a lo menos veinte
centímetros, asumo que lo podría haber hecho mejor… después de romperme el
cráneo pensando en que hacer, solo atiné a armar cubos: cinco cubos uno arriba
de otro de mayor a menor pero me tomó mucho tiempo armar y cortar las piezas
antes del ensamblaje. Empecé por los bombones
que debíamos presentar a parte de la escultura y, en medio del proceso, capté
que a unos cuantos le habían quedado las paredes muy delgadas pero no podía ya
dar marcha atrás. Los dejé congelando y empecé con la escultura. ¿Cómo se hace?
Debía derretir chocolate, espatularlo parejo sobre micas, esperar a que secara
casi completo y empezar a cortar con tip-top. No suena tan complejo hasta que
empiezas a hacerlo y las placas se te trizan en varios pedazos. Creo que hace
tiempo no maldecía tanto mentalmente mientras me afanaba por rezar un ave maría
mientras deslizaba el filo por el chocolate. Cuando la profesora anunció que
nos quedaban diez minutos para entregar, yo figuraba con todas las piezas
cortadas y ni una pegada!. Ya no alcanzaba a pegar las placas de chocolate con
un pulcro cornet y solo atiné -en plena hiperventilación con principio de taquicardia- a pegarlas a simple
pincelazos de chocolate. Cumplió su cometido pero por lástima, no quedó tan
lindo. Y bueno, también me descontaron nota porque me tomé dos minutos extras
en pegar el último cubo. Para rematarla, cuando desmoldé mis bombones, las
paredes de tres o cuatro que habían quedado más delgadas se trizaron levemente.
Realmente había que mirarlos bien detenidamente para captar el detallito pero
yo sabía que estaban fallados y eso me bastaba para saber que, de haber tenido más
tiempo, los hubiese repetido. Cuando llegó el momento de presentar mi escultura
ya solo quería terminar. Solo pensaba en que me pusiera la nota para acabar con
la tortura. Me bastaba con un azul, así
de mal me tenía el chocolate. No esperé que la profesora empezara con su análisis
y yo misma le fui indicando todos mis fallos. Probablemente varios de los que
me estén leyendo se están agarrando la cabeza a dos manos pero para qué alargar
la cosa si obviamente llegaría a los mismos puntos que yo le indicaría? Terminé
con un seis que, penalizado por los dos minutos de atraso, me arrojó un cinco
coma ocho. Prueba sufrida! Realmente la pasé mal con ella. Así que los que aun
no tengan esa prueba, piensen bien qué hacer y cuanto tiempo les tomará en
concretarlo porque no es tan simple como parece. Todo se rompe al cortarlo o al
apoyarlo o al mirarlo. Y si no se triza se derrite!
De otro lado, la vida
como estudiante de administración gastronomica internacional va relativamente bien, lo complicado ha surgido con
los nuevos ramos de administración. Volver a las pistas con Economía a sido
todo un proceso! Volví a sacar mi diccionario de términos económicos (así de
nerd pero bueno…) y espero que en la prueba no me haya ido mal. No tuve mucho
tiempo para prepararla asi que confio que el tiempo estudiado haya sido
productivo. En cuanto a la prueba de Principios de Administración, ahí si que
me encomiendo a San-Guchito! ¡Qué prueba más macabra! Dieciséis miserables
puntos! Me equivoco en una y caigo directo al seis, con tres malas ya estoy más
frita que un wantan! Sé que puedo pero mi cabecita de estambre no está
habituada al pensamiento tan concreto… Me formaron mucho tiempo para dudar,
para buscar más de una salida entonces leo una aseveración e inmediatamente mi
engranaje se activa para buscar la excepción de la contra excepción y ahí me
quedó…meditando en que casi nunca en esta vida algo es absoluto o totalmente
verdadero o falso.
Quizás si no pensara
tanto las cosas esto se me haría más fácil. A veces encuentro
la quinta pata al gato que ni el profesor pensó en poner o me complico más de
la cuenta pensando en diseños para pastelería que tal vez no son necesarios…
Escribo esto mientras espero Game of Thrones y en tanto, otra parte de mi
cabeza está repasando el horario: mañana prueba de restaurant, martes prueba de
pastelería y pedido de cupcakes en la tarde…que debo ir a comprar los insumos
del pedido entre lunes y martes y que debo guardar mis cosas para mañana… entre
todo eso pienso si ya es hora de cortarme el pelo y que no tengo idea que están
dando ahora en el HBO... es algo del hombre araña???
Creo que voy por un
té. No mas café por hoy ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario