Este post es políticamente
incorrecto.
En todo oficio o profesión acaecen “situaciones”…
Ya saben, esas incómodas circunstancias en que el pobre sujeto grita
mentalmente “trágame tierra” y los demás se ríen a carcajadas hasta que les
llega a doler el estómago y la cara. Y te ríes ¡Admítelo!
El asunto es que ayer estábamos en taller
de pastelería (Uno de mis amigos imaginarios esta gritándome que no cuente nada por si alguien involucrado me lee…)
y preparábamos dos tortas en grupos de trabajo: Torta de Yogurt Frambuesa y una
novedad para mí, la torta Malakoff.
Para ello, el profesor
separó al curso en 4 grupos, 3 grupos de 3 alumnos y uno de 4 (no sé por qué en
este curso solemos quedar impares…) Entonces, estábamos tan concentrados como
podemos estar en un taller práctico batiendo, horneando, corriendo de un lado a
otro en busca de algo cuando de pronto escuchamos un
“PUUUUAAAAAAFFFF!!!”
Inmediatamente
todos nos giramos en dirección al ruido y vimos a uno de mis compañeros con los
ojos abiertos de par en par con un bowl aun en las manos observando su mesón con cara de Condorito. ¿Qué sucedió? Debíamos colocar en el molde, la base de éste, luego el
bizcocho, verter en él toda la mezcla de yogurt y después llevarla al
congelador pero mi compañerito olvidó un pequeñísimo detalle: Poner la lata del
molde de la torta para que pudiera soportar todo el contenido del bizcocho y el
yogurt!¡Colocó solamente el bizcocho! La mezcla se escurrió hasta el piso, mi pobre compañero estaba color a
tono con las frambuesas y el resto… ok, reconozco que nos reímos!!! Mi profesor
dio por sobre entendido que no era necesario decir: Sobre la lata del molde,
depositan el bizcocho y luego la mezcla de yogurt. Es un detalle que se da por
obvio pero que para algunos no es tan obvio! En medio de las risotadas, mi
profesor comenzó a contar historias de “chascarros” en clases. Aquí les dejo
algunos de sus relatos mezclados con algunos recuerdos propios que asaltaron mi
mente entre las risotadas:
1-
Un alumno
le dice a su profesor “Profesor no hay máquinas para batir los huevos” y el
profesor responde “Bátalos a mano”. Al rato el alumno grita al profesor “¡Esto no está funcionando!”. Cuando el
profesor se acerca al alumno ve que tiene toda la mano metida en el bowl porque,
literalmente, estaba “batiéndolos a mano”.
El que se fue de espalda cual Condorito esta vez fue el profesor.
2-
Los huevos
pochados no son fáciles de preparar. Al menos a mi me costó cerca de 20 huevos
agarrar la técnica del “echando a perder se aprende”. El huevo pochado se prepara
introduciendo con cuidado el huevo previamente quebrado (sin la cáscara… a
estas alturas del partido vale aclararlo!) en una olla de agua caliente –no hervida-
con un chorrito de vinagre y sal. Tienes
que lograr, independiente del método que
ocupes, que la clara envuelva la yema completamente y lo debes sacar cuando la clara esta cocida y la yema cremosa.
Suena fácil pero, créanme, no lo es. Este huevito fue parte de una evaluación
el semestre pasado y tenía otro compañerito, alias “Mister calcetines”, que tenía un método peculiar de realizar el
huevo pochado: Lanzaba el huevo a la olla con agua hirviendo y con dos cucharas
comenzaba a hacer olas tipo tsunami en la olla hasta que lo rompía por completo
y dejaba unas especies de hilachas de huevo en el agua espumosa y turbia… Una
delicia! Pero él no se daba por vencido ¡No señor! Tenazmente y en la misma olla tiraba otro huevo y repetía
el procedimiento… El profesor lo corrigió, nosotros intentamos ayudarlo pero “Mister
Calcetines” se empecinó en su método. Imagino que ahora lo sigue depurando
porque no pasó el ramo.
3-
Un alumno
le pregunta al profesor al comenzar una preparación “Profesor ¿los huevos van
enteros?”, “¡Si!” contesta el profesor al querubín en cuestión. Ya se imaginan como quedó la preparación?
Cru-jien-te!!!
Tenía un
compañero el año pasado al que le correspondía realizar un merengue suizo. Debía disolver en un bowl, a baño maría, los cristales de azúcar con
las claras de huevo. Varios nos ofrecimos a realizarlo pero él dijo que podía.
Solo por si acaso, por si las moscas (plena desconfianza en él)… nos quedamos a
su lado ya que nuevamente trabajábamos en grupo. Entonces mi compañero toma el bowl donde estaban las claras con el azúcar
y lo empieza a verter en la olla directamente al agua caliente. El grito de
varios fue agudo y tan potente que por poco bota el bowl al piso en plena
taquicardia!. No creo que se le haya olvidado nunca más que el baño maría
implica que el bowl con su contenido va SOBRE la olla. (Este mismo compañero tuvo un incidente preparando caramelo para
una prueba ¡Pobre! En algún rincón muy pero muy oscuro del taller aun debe
estar esa olla negra color ´carbón seductor´… y seamos honestos, la olla debe ser
esquivada por los alumnos empujándola cada vez más al fondo del pañol porque
nadie debe querer sacarle lo quemado…)
5-
La
siguiente fue fuera del taller, en clases. Cuando teníamos pruebas, mi
profesora de inglés el semestre pasado ordenaba la sala en filas. Nada anormal ahí
¿Cierto? Llegaba antes y corría las mesas hasta armar hileras en dirección a la
pizarra y, en las filas que ella no deseaba que fueran utilizadas, giraba las
mesas en dirección opuesta a la pizarra. Entonces teníamos una hilera de mesas
que la miraban a ella y otra hilera que le daba la espalda. Momento de la prueba
y todos ingresamos en estampida a escoger puestos y el mismo compañero “Baño
María” se sienta en la fila de espalda a la profesora mirando la pared. Creo
que todos los presentes lo miramos ladeando la cabeza para un lado. Mi
profesora aun lo recuerda y se ríe.
6-
Y la
última: No falta la tontorrona que se le fuga un kiwi y se corta el dedo a las
dos horas de empezado su primer día de clases… Mágicamente se convierte en la
niña símbolo de la primera semana de clases porque en todos los ramos los
profesores preguntaron “¿Quién ya se ha cortado?” Y la tonta levantaba su mano con un mega dedo envuelto en una gasa para una pierna completa. Aun tengo una
fea cicatriz en mi dedo, snif!!!
En medio de las
risotadas de mi profesor contando sus historias, se escuchó otro estruendo, otro
"PLAAAAAFFFFT"
Esta vez, del otro
lado del taller. Todos los ojos siguieron el ruido y Oh, Sorpresa!!!:
Mi profesor había dejado funcionando, mientras veía el desastre de la torta de yogurt, una batidora industrial sobre un mesón junto a una bandeja de 20 huevos. Con el movimiento de la batidora, esta bandeja se fue deslizando y los 20 huevos se precipitaron al vacio! La frase de mi profesor al ver la embarrada que había provocado fue (mirando al alumno de la torta de yogurt que en esos momentos estaba fucsia limpiando en cuatro patas el yogurt del piso) “¡¡¡Esto es castigo divino por haberme reído!!!”
Mi profesor había dejado funcionando, mientras veía el desastre de la torta de yogurt, una batidora industrial sobre un mesón junto a una bandeja de 20 huevos. Con el movimiento de la batidora, esta bandeja se fue deslizando y los 20 huevos se precipitaron al vacio! La frase de mi profesor al ver la embarrada que había provocado fue (mirando al alumno de la torta de yogurt que en esos momentos estaba fucsia limpiando en cuatro patas el yogurt del piso) “¡¡¡Esto es castigo divino por haberme reído!!!”
Y si… Dios castiga pero no a palos.
(No al menos a los pasteleros!)
xD muy buenas historias! cosas que pasan en el rubro , hay de todo en este mundo!!!
ResponderEliminarasi que por lo ultimo su profe nos fue a pedir una bandeja de huevos xDDD muy bn :P