Escucho las
notas de Tempest de Deftones dejándome llevar como si pudiera, con mi solo
deseo, invocar una tormenta. Me gustaría tener ese poder. No los aburriré con
la ruma torcida de libros que tengo por leer para todos mis brillantes “pendientes”
pero es que estaba con la nariz en medio de un aburrido libro de ahumados cuando “me
empezaron a picar los dedos”; hace tiempo que no escribía. Mea culpa pero he
debido cocinar bastante, gastar mis corneas en libros de
fantasía hasta que se me cierran los ojos en la noche, cavar en mi jardín como
conejo y estoy probando dejar mi mente en blanco quedándome quieta como una
esfinge mientras reduce el calor de mi té con tal de mantener mi eje con todo
el movimiento del último tiempo. Y es que percibo que tantas cosas han cambiado a mi alrededor
que la única forma que tengo a veces de asimilar el conjunto de todo esto es
drenándome por alguna de las vías mencionadas.
No sé. Tal vez
sea la primavera que me sorprendo a mi misma haciendo cosas inusuales. Poco
después de mi cumpleaños me desperté un día mirando mis libros con un solo
pensamiento en la cabeza “Y qué harás con ellos, con todas tus cosas cuando
viajes?” Me sorprendió la frecuencia de mi cabeza. ¿Qué haré con todas mis
cosas… si no es un viaje, cuando parta? Para qué esforzarme tanto en tener esto
si no me podré llevar nada? Tal vez ni vuelva a viajar pero tener tan a carne
viva que todo lo que me rodea, todo esto, es casi un lindo escenario prestado
me dejó sentada con los ojos redondos entre las sábanas. Aun no tomaba café y, como primer pensamiento mañanero, me abofeteó
con una fuerza despiadada.
... Entonces, ¿Qué quieres hacer?
Nuevo hoyo en el jardín por la tarde para
plantar la melisa.
Al menos plantar ayuda a las abejitas… a tener
algo más de oxígeno en el mundo. Mis pertenencias materiales no aportan nada. A
nadie. Ni a mí.
Sé que desde
pequeño nos dicen que nada material se irá a la tumba con nosotros. Nada
trascenderá pero de pronto ver en mi entorno tanta gente amargada que solo
piensa en todo lo material (auto, casas, los últimos zapatos de la temporada…) y
yo de pronto cuestionándome para qué estaba “acumulando” cosas. No sé bien como
explicarlo pero fue como haber salido del agua y dar con ganas la primera
bocanada de aire. Así que he gastado más dinero en plantas que en comprar otras
cosas desde ese entonces. Ya que no puedo tener animalitos en casa seré la loca
de las plantas.
Siento que voy
cerrando un ciclo que se abrió cuando di el salto a gastronomía. Quizás es tal
vez todo esto porque ya queda poco para que acabe. Me estoy liberando de una
serie de cadenas que antes me tenían secuestrada y solo porque yo quise que así
fuera. En un inicio fue la profesión que me intoxicaba que deseché, luego fue
un círculo de personas de ese ámbito que no me reportaban ningún beneficio y
que solo criticaban. Podé mis amistades. Me quedé con un puñado de ese tiempo
que, si bien no veo tan seguido como desearía, me sacan sonrisas. Aun muchas
veces por fb me aportan más de lo que seguramente ellos sospechan. Me miré con
otros ojos.
Mis ojos.
No sé si es
parte del crecimiento normal de un ser humano llegar a abrazarse a si mismo con
tanta intensidad. Y como sé que probablemente no me casaré ni tendré hijos como
la mayoría es que me he puesto a crear
una serie de planes en los que encajo a la perfección. Y no son más que míos.
No cumplen con ningún estándar social, ni familiar ni siquiera cultural. Ya que
siempre he sido un tornillo especial atornillaré donde quiera hacerlo. Y no es
que critique lo tradicional. Creo que simplemente no encajo en ese molde. Y
obvio que escribo la palabra “molde” y se me viene a la cabeza un aromático
queque de clementinas que le irían de pelos a este té chai jajaja!
Mi cabeza
siempre pensando en comida. Es un problema porque después de este 18 (y eso que
siento que logré contenerme) mañana estaremos todos a agua. Hablando del 18, compré por ahí un maravillo té chai que me tiene en las nubes. Varios de
ustedes saben de mi compulsiva adicción al té negro con jengibre fresco y miel.
Tanto así que muchas veces en la universidad ando con todo el pack para
afrontar el día. Del té chai claro que había escuchado pero lo asocio bastante
a una moda de la cual me negué a ser parte, ¡hasta escuchar el nombre me da risa
burlona!. Pero si hay algo con lo que siempre puedo contar aparte de mi
estupidez, es mi infinita curiosidad. Llevaba meses escuchando a Vivi y Ale
hablando de lo mucho que disfrutaban sus respectivos té chai en una aclamada
cafetería y de pronto veo en un puestito artesanal a un tipo con pinta de
hippie montañés barbudo vendiendo enormes bolsas de té de diferentes tipos. Un billete
menos en mi billetera escuálida y el té se vino a casa para descansar en mi cocina.
Bueno
volviendo al tema de esperar la lluvia con buenos pensamientos, estuve
investigando sobre este brebaje y pues, con solo escuchar los ingredientes
hasta el medio bobo capta que es mejor que un simple té en bolsita.
Foto extraída de http://www.cocinista.es
Clavo de Olor. Esta especia contiene
fitonutrientes; contiene altas cantidades de manganeso, fibra dietética, ácidos
grasos omega-3, vitamina C, vitamina K, calcio, potasio, magnesio, ácido
fólico, fósforo y hierro. Entre sus beneficios encontramos que es un excelente
analgésico natural aliviando eficazmente el dolor de cabeza; también es
anti-inflamatorio, favorece a la digestión, la salud cardiovascular y fortalece
al sistema respiratorio, además es anti-oxidante.
Cardamomo. El chai que no lleva cardamomo,
no es chai. El cardamomo contiene proteína, agua, aceite esencial, almidón,
ácidos grasos y mucha fibra. Contrarresta los efectos a la intolerancia al
gluten. Es útil para problemas urinarios. Regula el metabolismo. Se recomienda
a quienes sufren de artritis o diabetes. Expectorante, antiséptico y
anticancerígeno. Favorece al sistema digestivo, las vías respiratorias y,
además, es afrodisiaco.
Canela. Entre sus propiedades encontramos
que regula los niveles de azúcar y de colesterol en el organismo. Tiene efectos
antimicrobianos, alivia molestias digestivas, alivia infecciones de la boca,
elimina las molestas del resfriado. También es un afrodisiaco natural. La
canela es rica en vitamina A, magnesio, vitaminas del complejo B, zinc o
flavonoides,
Jengibre. Este tubérculo es una joya que debemos aprovechar. Es
muy rica en aminoácidos y minerales: aluminio, boro, cromo, cobalto, manganeso,
fósforo, silicio, zinc. Aporta beneficios al aparato digestivo — esa
antivomitivo, evita los mareos, auxiliar en el caso de úlceras, diarrea —;
aparato circulatorio — previene enfermedades del corazón, circulatorias,
heridas por congelación —; aparato respiratorio — contra síntomas de gripe,
resfriado, sinusitis; combate al síndrome de fatiga crónica, el dolor por sus
propiedades antiflamatorias y analgésicas; auxiliar en tratamiento de artritis,
síndrome de túnel carpiano y dolor de muelas.
Encontré recetas
que incluyen pimienta, nuez moscada, anís estrellado (el cual adoro con todo mi
ser!), azafrán… también existen variantes respecto al té a utilizar pero al
parecer el más común es té negro*** Me pueden corregir todos los que posean mejor información que la expuesta por fa! *** Como a mi me gustan casi todas las especias, a
mi base de té chai artesanal que traía canela, anís estrellado, jengibre y cardamomo
le agregué también pimienta roja (de la cual me enamoré a la fuerza en España
con unos almíbares sublimes) y vainas de vainilla en trocitos. No me gusta
mucho la versión con leche pero se los recomiendo absolutamente para estudiar o
para mantenerse concentrados en algo. Y espero no ser hereje en este comentario
si, recién servido, mientras lo dejan reposar agregan un trozo de cáscara de
clementina ¡es una maravilla en el paladar!
Así cumplí con
mi break-pica-dedos y ya voy de vuelta al estudio con un mega tazón especiado a
ver si logro dar pelea por una hora y media más.
Los quiero y
gracias como siempre por leer y acompañarme aun en la distancia.
La frase del
día de hoy: “No solo estamos donde debemos estar, sino que además estamos
cuando tenemos que estar… ¡Somos incluso quienes tenemos que ser!”- Robin Hobb.
Saludable y rico! con pimienta es delicioso! a veces es bueno experimentar nuevas emociones a través de nuevos ejercicios cotidianos o no tanto, como jardinear.
ResponderEliminarLimpiar la cabeza, repletarla de nuevas ideas y olores (leer, plantar, cocinar...)
<3
Siii!!! Cantar en la.ducha tb es terapeutico :) Cariñooooos!!!
ResponderEliminar