El Jugo
de Luz lo he visto con múltiples ingredientes. Eso por si desconfían y lo
buscan en internet (es lo que usualmente
hago yo cuando algo luce sospechoso y francamente, desconocido) pero mi jugo de
luz tiene una historia y realmente la recuerdo con cariño.
En mi
primera práctica gastronómica trabajé en un restaurant que se ganó todo mi
corazón. En él, se les ocurrió hacer una mini huerta para obtener hierbas
aromáticas principalmente mas frescas. A raíz de eso, los dueños se metieron de
cabeza a investigar el tema y bueno, de otro lado se conjugó una corriente de
alimentación mas saludable que dio paso a mini cursos de germinados y otros
temas interesantísimos en el restaurant.
Un
día recuerdo que me doy una vueltecita a cuarto caliente y veo a uno de mis
jefes-profes batir una sustancia verde en la juguera. No era un verde opaco
¡Era radioactivo! Y ahí mi primer encuentro con el Jugo de Luz. Siempre preguntona me
comenzó a explicar que lo que realizaba era un batido con dos manzanas verdes,
un puñado de espinacas, germinado de trigo, agua y azúcar.
¿Qué
tipo de batido es ese?
Él,
muy deportista y un estudioso del tipo de los que me saco el sombrero, me contó que era un jugo que, por su
alto nivel de clorofila, aportaba bastante oxígeno y vitaminas a la sangre y
que era ideal para partir la mañana llenos de energía, especialmente para
deportistas y niños en etapa escolar (… ¿Cómo lograr que un niño se beba esto?
Le diría que es un jugo marciano o un jugo de Hulk!) Que aparte te ayudaba a andar mas despierto,
mejoraba la digestión.
El nombre básicamente fue dado por la clorofila y su asociación con hacer fotosíntesis, por la vida y ese despertar de la fuerza vital.
Creo que yo seguía con cara de interrogación y escepticismo
al ver la molienda verdosa dar vueltas en la juguera. En eso vi este trigo
germinado y le pregunté como lo hacía. Me contó que debía comprar un trigo no
irradiado, no de esos del super sino idealmente de una tostaduría (a mi me a
funcionado bien el de la Tostaduría de Talca) porque los del super no brotan. Entonces
lo dejas remojando toda una noche en agua y al día siguiente, le retiras el
exceso de ésta. Al cabo de unos dos días verán que tiene brotes; empieza a
germinar. Es entonces cuando ya podemos empezar a preparar todo en la batidora:
dos manzanas verdes (yo las lanzo con cáscara y todo), unas dos a tres
cucharadas de trigo germinado, unos tres vasos de agua muy fría, un buen puñado
de espinacas y, en vez de azúcar, le incorporo endulzante –pero ahí ya es gusto
de cada cual-. Lo bates hasta que todo está muy molido y luego pasas la mezcla
por un colador. Obtendrán este increíble líquido verde intenso.
A mi
me da mejor resultado en ayunas. De hecho varias veces me han visto en la U
acarreando una botella gigante de este jugo que me voy tomando durante la
mañana. Me gusta, no se siente casi nada la espinaca, al paladar sientes más el
jugo de las manzanas.
He
visto otras recetas que en vez de trigo germinado ocupan almendras; unas 8 a 10
almendras. La verdad no sé cual es mejor o peor, a mi me gusta pensar que parte
de ese despertar, de esa fuerza de vida que tiene el trigo se traspasa a mi organismo.
Sé que esperar dos días no es muy grato en una sociedad en que todo lo queremos
aquí y ahora pero si mantienes un flujo constante con dos frascos cada dos días
ni notas el show. Tampoco requiere mucho tiempo en la licuadora y, de verdad,
como opción de desayuno es buenísima. También he visto recetas que incluyen
pepino o piña pero supongo que la base, si o si, es que tenga alguna hoja rica
en clorofila. Como experiencia, una vez se me acabó la espinaca y lo preparé
con acelga. No me gustó ni un poquito.
Les
recomendaría partir por la receta que me enseñaron a mí. Si a esa base le desean agregar piña –que es
genial para el desayuno-, frambuesas o arándanos, ya van teniendo buenas
variaciones para salir de la rutina. Bien helado es lo mejor!!!
Ahí
me cuentan si lo hacen.
Los
quiero!
Resulta que como me llegó el viejazo, me propuse tener una vida más saludable... hace un tiempo vi tu juguito verde y me quedó dando vuelta la idea de hacerlo, despolvé la sacajugo (porque la licuadora la quemé haciendo harina de arroz), pero no resultó muy bien sacarle jugo a la espinaca. Ayer compramos una licuadora y recién pude hacer el juguito, nada que decir... ñami, ñami :)
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