domingo, 8 de abril de 2012

Pica-Pica!!!

Imagino que en todo oficio o profesión hay cosas que el pobre estudiante ignora y que no sabe que pasan hasta que, como dice la frase popular, le pasan. Así me encuentro yo. Irritada.

¡¡¡Literalmente!!!

En verdad no es culpa de Gastronomía, al menos no lo es inicialmente. Sufro de alergia por contacto a los metales, lo que comúnmente se conoce como “dermatitis cuica” ya que podría trabajar en una joyería detectando imitaciones. En menos de una hora me sale un sarpullido horroroso en todo aquello que no es plata y oro… de ahí lo de “cuica”. ¿Qué tiene que ver esto con gastronomía? Piano piano mis queridos querubines. El asunto es que si toman uno de sus jeans y ven la parte de los bolsillos verán que tienen unas pequeñas prensillas de metal ¿No? Si le sumamos que en verano los poros de nuestra piel están más abiertos y que por ello la dermatitis se dispara a ritmos asombrosos, verán que mi situación no es nada envidiable. Piel irritada que me invita a rascarme todo el rato! La solución que me dio el dermatólogo el año pasado fue dejar de ocupar jeans y yo sentí que me condenaban a ser Testigo de Jehová (con todo respeto a las personas de dicha religión) ¿Con qué me visto si no es con jeans? Faldita hippie? ¿Vestido de flores? ¿Pantalón de tela para andar semi formal por la vida? Me dio ataque. Probé con todo lo que me dijeron: ponerle a todas las aplicaciones esmalte de uñas, aceite, ponerles parches curitas y nada. Y ahí estoy, con mi dermatitis en pleno apogeo (ya que aun no hace frio y ni modo de usar pantys bajo el jeans para cocinarme en hora punta en el metro con mis 100 amigos en un vagón sin aire). ¿Cómo se conecta esto con gastronomía? El jabón que ocupamos en la universidad no se qué demonios tiene pero logró irritarme aun más, de tal forma que mi alergia se expandió a la parte superior de brazos y hombros. Gracias a Dios que mis brazos en su parte inferior y mis manos están sanitas pues de lo contrario me vería obligada a apagar fogones y esperar. Rezar… comer? Algo así como la peli de Julia Roberts jaja! Según mi anti-jeans-dermatólogo, mi piel está en “estado de guerra” y cualquier producto fuerte hará que sobre reaccione grotescamente. Dicho y hecho: Brotada!

… Parezco sarnosa, snif! Bueno no se si tanto pero con tantos mini granitos yo me siento sarnosa!!!

De día me controlo e intento no rascarme pero de noche claramente no funciona mi plan fríamente calculado. Si a ello le sumamos que lunes y jueves tengo taller de cocina y pastelería donde me enfrento con el detergente enemigo, cuando va bajando la intensidad de la alergia ( tipin miércoles o domingo) me toca taller de nuevo al día siguiente, me lavo las manos, lavo una olla y estallo en picazón!!!.¡Piel del demonio! No me quedó otra el viernes pasado de intentar tomar hora con mi super-anti-moda-dermatólogo pero obvio! Mi buena racha no me dio hora hasta finales de mes porque mi horario de 08:30 a 18:35 no me deja mucho tiempo libre.

Hoy no aguanté más y tuve que correr a casa de una prima médico para que me viera. Llegué con cara compungida, un conejito de chocolate de regalo y las ansias de un milagro. De verdad, un buen milagro de semana santa.

¿Cómo nadie te avisa que el detergente industrial puede generar tamañas reacciones dermatológicas al entrar a gastronomía?

Tras recetas, pasada a la farmacia y planchar mi disfraz (uniforme) para mañana, me encuentro tecleando mi historia pica-pica en la cama mientras me tomo la pastillita que concentra todas mis esperanzas porque, si no funciona, se viene el baile de corticoides. Yeah… saltaría de felicidad como Daria de MTV al comprarse una nueva mini color rosa chillón (Si, estoy siendo irónica y qué?) La contra indicación es exceso de sueño pero una cosa por otra ¿No? Si me corto mañana solo será un daño colateral que dará pie, seguramente, para un nuevo post ;)

Wish me luck!

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