martes, 18 de febrero de 2014

Día 54!

Con mi toalla en la cabeza, recién salida de la ducha siempre me siento renovada. Me duelen los pies de una manera indescriptible porque nuevamente partí prendiendo el horno a las 06:50 y salí de la cocina casi a las 21:00. Mi turno acaba a las 17:00 pero es después de que acaba, cuando siento que efectivamente parte mi aprendizaje. Algunos pueden decir que estoy mal de cabeza por quedarme ahí haciendo horas extras pero vine para aprender y cuando ya no estoy con pedidos contra el reloj es que puedo infiltrarme en las preparaciones de los demás. Entonces mi lleno el mug de café con leche y empieza mi oleada de preguntas "Qué estas haciendo?" "Y qué lleva?, "¿Cuánto tiempo le das de cocción?" , ¿En qué te ayudo?" Y con eso ya logro que comiencen a develar todo lo que desconozco. Es un tiempo mio aunque parezca que no. Y Omar, que es un encanto,. me va explicando en su español-musulmán lo que va haciendo mientras yo muchas veces le revuelvo la olla, le corto alguna verdura  o simplemente lo observo. Aca todo es "al ojo", casi nada se pesa y el se rie de mi trauma de que se queman las cosas porque dejan.las ollas tranquilamente al fuego y parten a cenar o a hacer otra cosa y yo me quedo vigilando porque me da miedo que se queme. Aunque segun ellos no se quema, eh? "esta dorado crujiente" Se burlan de mi extraña manía de revolver ollas hasta que le conté a Omar que cuando era pequeña, se me ocurrió hacer manjar, me olvidé de los tarros al fuego y explotaron en mi cocina como cohetes. Cuando llegué a verlos descendìan alentamente desde el techo abiertos con una tira de manjar dentro. Se rió de buena gana de mi. A veces no le entiendo los ingredientes que me dice y san google nos ayuda para entendernos y ambos saltamos de alegría cuando logramos equiparar vocabulario. Es mi tiempo de investigar, de desentrañar sus secretos y cansada y todo, me siento plena en esos momentos.

Juan es otro que a eso de las 17:00 ya empieza a pensar en el aperitivo de la noche y comienza a sacar ingredientes con esa mirada que dice "estoy craneando alguna maldad que aun no quiero contar" y camina rápido de un lado a otro buscando los implementos necesarios. Y con Omar lo miramos mientras abre gavetas sabiendo que en algún punto contara su maldad y esperamos a que este lista con el tenedor en la mano muajaja! Quizás me falta televisión que quedarme un tiempo extra lo veo como un reality de cocina solo para mi. Y asi se me pasan las horas volando hasta que dan las 21:00 y lleno el guatero para ir a mi habitación ppr una ducha y un libro.  Me gusta mi rutina, siento que voy aprendiendo poco a poco aunque todos digan que ya vivo en la cocina. Lo he pensado... mas de un día he pensado traer mis cosas para aca jiji!

Que tengan un gran día!

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