jueves, 27 de febrero de 2014

Día 63!

Acabo de prender la estufa para ver si espanto el frío que me traje de mi caminata nocturna tras un día de mirar y mirar en la cocina. Mi mano va curando lento. Me han puesto una férula para inmovilizarla porque parece que mi cabeza no tiene conciencia y yo muevo la mano vendada en la cocina cuando puedo ayudar en algo. Me queda tan poquito aca que siento que no puedo desaprovechar un minuto. Sería mas simple estar  acostada en la cama leyendo un libro pero en los fogones pasa lo entretenido. Y hoy vi al chef preparando unos pasteles y me quedé ahí apuntando mentalmente sus procedimientos. Comparando porque muchas cosas me las enseñaron diferente y  él, de otra manera llega al mismo resultado. Como dicen aca: Flipé!   Lo pasé bien entre risas, pensando en como un profesor me daría con un cucharón si preparaba una mousse asi pero bah! Si le funciona al chef me debería funcionar a mi, no? Claro que el lleva años en esto asi que asumo que como a la tercera vez que lo intente me quedará perfect!

Supongo que seguiré de baja por esta semana por lo que mi rutina parte a las 10 en curaciones, llego a almorzar a las 11:30 y de ahí de preguntona en la cocina. Agradezco enormemente que de momento me permitan cuidar mi herida y ruego al cielo que no me quede una gran cicatriz de esto. A veces los miro trabajar y siento que no sé nada... que me falta tanto...! Pienso en lo que podría hacer con lo aprendido alla en casa. Insólitamente, yo quería trabajar en el área de pastelería porque es  lo que mas me gusta y el destino quizo que aprendiera muchas mas cosas de otras áreas. Creo que no me expliqué bien; si me hubiesen preguntado en un principio dónde quería trabajar, yo hubiese pedido solo pastelería porque es finalmente lo que me apasiona. Ahora hasta se hacer mezclas de setas para canelones y confieso que puedo pasar horas armándolos sin problemas...como si estuviera decorando cupcakes!

He crecido. He viajado sola. Me he perdido y he encontrado el camino (sin luz, sin cartel y en una carretera rural con el diablo lanzando lluvia y viento jajaja!) Si el de Arriba quiere y don Sata me ignora, podré seguir aprendiendo. No sé dónde; ignoro que hilo se esta trenzando en mi destino en estos momentos pero espero que cada vuelta me  haga mas fuerte, tener la lucidez para aprovechar el momento y tener la entereza para no flaquear. Me costó casi un mes aclimatarme y para mi no fueron fáciles las primeras semanas. Si a ello le sumo dormir mal andaba idiota y llorona. Sentía que no sabía preparar nada de lo que me pedían y que no tenía una red de apoyo al llegar a casa porque no había casa. Solo un cuarto frío y mis maletas. Dormía a saltos por la noche pensando que no sonaría la alarma y cuando sonaba, yo no había pegado los ojos. Valió la pena? Claro que si! Pero yo tengo mi ritmo para acoplarme y ahora que ya siento que entiendo como va todo, que ya no me pierdo taaaaanto en las cámaraa, debo partir. Creo que ya me esta dando pena pensar en ello, saben? Ya me acostumbré a mi rutina, a los chicos acá que me hacen reir y gruñir...hasta le tengo ya cariño al clima de locos que cambia constantemente. Quizás me esta afectando la tramontana también y por eso he cambiado. Puede ser, no?  Quizás me ha contagiado su locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario